5 fotogramas,
Star Wars: Los últimos Jedi
El pasado 15 de diciembre se estrenaba la octava entrega de una de las sagas más importantes del cine: Star Wars. Esta nueva aventura bajo el título de Los últimos Jedi, ha sido una de las películas más esperadas por los fans. Pero tras su estreno en cines, parece ser que se ha ido generando una polémica alrededor de la calidad de la cinta. ¿Quieres saber si nos ha gustado o nos ha disgustado? Pues sigue leyendo, que estamos libres de spoilers.
En este nuevo episodio, que retoma la acción del episodio VII, la Primera Orden ha visto como su poder ha ido aumentando hasta tener al filo de la desaparición a la Resistencia liderada por la General Leia Organa. Poe Dameron tiene una misión para intentar destruir un acorazado de la Primera Orden, mientras que Rey se prepara para esclarecer su futuro junto a Luke Skywalker que sigue dándole vueltas al significado de su vida.
Tras lo sucedido en el episodio VII, se ve como los tres héroes de esta nueva trilogía de películas, son los encargados de manejar todo lo que ocurre a su alrededor. Son la esperanza que se necesita para lograr vencer a la Primera Orden, la cual cada vez dispone de más poder, mientras que la Resistencia ha ido perdiéndolo.
Esta película supone un reto personal para los personajes, porque tratan de encontrar respuestas a lo que no pudieron esclarecer en la anterior entrega. Tanto Rey como Finn quieren saber cosas de su pasado, mientras que deben hacer frente a la gran amenaza que pretende asolar la galaxia.
Respecto a la Primera Orden se puede observar también una evolución general, sobre todo en el personaje de Kylo Ren. El despertar de la fuerza dejó claro que era una presentación de personajes, ya que no mostraba gran cosa de la nueva generación de personajes. Por ello, los últimos Jedi supone un punto de inflexión, en el cual estos jóvenes maduran y saben cuales son sus objetivos. Adam Driver demuestra que tiene un gran talante como villano, debatiéndose en su lucha interna entre la luz y la oscuridad.
Pero en ese aspecto no es el único, ya que Rey, que va descubriendo más cosas sobre la Fuerza, también se enfrenta al peligro de caer al lado oscuro. Para ello, el personaje de Mark Hamill, Luke Skywalker, le hace de mentor en esta ocasión. Aquí sí vemos a un Luke que tiene protagonismo y que habla, no como en su fugaz cameo del episodio VII. Aunque ahí no acaba todo, porque Luke da mucho juego en esta película, además de ser un personaje clave para el mensaje que deja con su desarrollo.
Presente durante todo el largometraje, de una forma o de otra, el mensaje en cuestión es nombrado en varias ocasiones, dejando bien claro que vamos a asistir a una nueva generación en general de la saga. Vamos a vivir nueva aventuras con nuevos personajes, porque es hora de ir renovándolos, ya que ni los personajes ni los actores pueden ser eternos. Más cuando han pasado ya demasiados años para los principales protagonistas de la saga.
Aún así, hay un factor que ya no es que juegue con la nostalgia de los fans, si no más bien con los personajes. Y es que hay apariciones de algunos personajes conocidos de las anteriores películas, que ponen más énfasis en lo que debe transmitir. Pero no son menos los personajes nuevos que se unen al gran repertorio, como es el caso del que interpreta Benicio del Toro.
En cuanto a los efectos especiales y a la música, cabe decir que están a la altura o más de las anteriores. Lo más destacable visualmente en esta película son las peleas. Unas coreografías perfectas, dejando ver que la perfección con la que ha dirigido Rian Johnson. La banda sonora sigue siendo maravillosa, ya que el maestro John Williams vuelve a ponerse tras la batuta deleitándonos con las mejores melodías galácticas.
La película no llega a aburrir (al menos a mí) en ningún momento. Bien es cierto que es la más larga hasta ahora de la saga, al durar un total de 2 horas y media. Quizás a alguno esto le eche para atrás. Pero merece la pena tanto tiempo porque da pie a bastante desarrollo, haciendo de puente para lo que se verá en el episodio IX dentro de un par de años.
A muchos no les gustarán los cambios, pero lo que sí está claro es que el cambio ya está hecho y no ha hecho más que empezar. Es hora de evolucionar, de seguir adelante, de afrontar que hay público nuevo y que los personajes pueden ser del color y del lugar de donde quieran ser. No creo que elementos así sean objeto de críticas, y mucho menos incendiarias como se han ido vertiendo en las últimas semanas. Yo personalmente diré que salí encantadísimo y estoy dispuesto a volver a verla las veces que haga falta. Esta y las que vengan. Por eso mismo le voy a dar 5 fotogramas porque se lo merece encarecidamente.
En este nuevo episodio, que retoma la acción del episodio VII, la Primera Orden ha visto como su poder ha ido aumentando hasta tener al filo de la desaparición a la Resistencia liderada por la General Leia Organa. Poe Dameron tiene una misión para intentar destruir un acorazado de la Primera Orden, mientras que Rey se prepara para esclarecer su futuro junto a Luke Skywalker que sigue dándole vueltas al significado de su vida.
Tras lo sucedido en el episodio VII, se ve como los tres héroes de esta nueva trilogía de películas, son los encargados de manejar todo lo que ocurre a su alrededor. Son la esperanza que se necesita para lograr vencer a la Primera Orden, la cual cada vez dispone de más poder, mientras que la Resistencia ha ido perdiéndolo.
Esta película supone un reto personal para los personajes, porque tratan de encontrar respuestas a lo que no pudieron esclarecer en la anterior entrega. Tanto Rey como Finn quieren saber cosas de su pasado, mientras que deben hacer frente a la gran amenaza que pretende asolar la galaxia.
Respecto a la Primera Orden se puede observar también una evolución general, sobre todo en el personaje de Kylo Ren. El despertar de la fuerza dejó claro que era una presentación de personajes, ya que no mostraba gran cosa de la nueva generación de personajes. Por ello, los últimos Jedi supone un punto de inflexión, en el cual estos jóvenes maduran y saben cuales son sus objetivos. Adam Driver demuestra que tiene un gran talante como villano, debatiéndose en su lucha interna entre la luz y la oscuridad.
Pero en ese aspecto no es el único, ya que Rey, que va descubriendo más cosas sobre la Fuerza, también se enfrenta al peligro de caer al lado oscuro. Para ello, el personaje de Mark Hamill, Luke Skywalker, le hace de mentor en esta ocasión. Aquí sí vemos a un Luke que tiene protagonismo y que habla, no como en su fugaz cameo del episodio VII. Aunque ahí no acaba todo, porque Luke da mucho juego en esta película, además de ser un personaje clave para el mensaje que deja con su desarrollo.
Presente durante todo el largometraje, de una forma o de otra, el mensaje en cuestión es nombrado en varias ocasiones, dejando bien claro que vamos a asistir a una nueva generación en general de la saga. Vamos a vivir nueva aventuras con nuevos personajes, porque es hora de ir renovándolos, ya que ni los personajes ni los actores pueden ser eternos. Más cuando han pasado ya demasiados años para los principales protagonistas de la saga.
Aún así, hay un factor que ya no es que juegue con la nostalgia de los fans, si no más bien con los personajes. Y es que hay apariciones de algunos personajes conocidos de las anteriores películas, que ponen más énfasis en lo que debe transmitir. Pero no son menos los personajes nuevos que se unen al gran repertorio, como es el caso del que interpreta Benicio del Toro.
En cuanto a los efectos especiales y a la música, cabe decir que están a la altura o más de las anteriores. Lo más destacable visualmente en esta película son las peleas. Unas coreografías perfectas, dejando ver que la perfección con la que ha dirigido Rian Johnson. La banda sonora sigue siendo maravillosa, ya que el maestro John Williams vuelve a ponerse tras la batuta deleitándonos con las mejores melodías galácticas.
La película no llega a aburrir (al menos a mí) en ningún momento. Bien es cierto que es la más larga hasta ahora de la saga, al durar un total de 2 horas y media. Quizás a alguno esto le eche para atrás. Pero merece la pena tanto tiempo porque da pie a bastante desarrollo, haciendo de puente para lo que se verá en el episodio IX dentro de un par de años.
A muchos no les gustarán los cambios, pero lo que sí está claro es que el cambio ya está hecho y no ha hecho más que empezar. Es hora de evolucionar, de seguir adelante, de afrontar que hay público nuevo y que los personajes pueden ser del color y del lugar de donde quieran ser. No creo que elementos así sean objeto de críticas, y mucho menos incendiarias como se han ido vertiendo en las últimas semanas. Yo personalmente diré que salí encantadísimo y estoy dispuesto a volver a verla las veces que haga falta. Esta y las que vengan. Por eso mismo le voy a dar 5 fotogramas porque se lo merece encarecidamente.
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