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Queridos blancos
Estrenada apenas un mes más tarde que Por trece razones y con un gran auge de la serie por las redes sociales, era bastante difícil que la siguiente serie de Netflix titulada Dear White People consiguiera tanta repercusión como su hermana mayor. Sin embargo, Queridos Blancos tampoco se anda con tapujos o pelos en la lengua para hablar sobre temas polémicos como es el racismo.
En una universidad de prestigio de Estados Unidos los estudiantes negros son una minoría dentro del alumnado y en una época donde el racismo es cada vez mayor su residencia exclusiva para gente de color es como un refugio. En el empiece de Queridos negros nos adentramos por completo en la vida de estos jóvenes. Samantha White (Logan Browning), una de las alumnas más luchadoras por los derechos de los negros tiene un programa de radio donde no piensa callarse absolutamente nada sobre lo que pasa en el campus, como el último acto racista: una fiesta donde los blancos se disfrazan de negros.
La fiesta es solo uno de los desencadenantes de la nueva lucha de los negros. Cuando se creía que el racismo en el campus parecía solventado, la fiesta no ha hecho más que avivar el fuego y los estudiantes no piensan quedarse callados. Quieren responsables y buscan el trato igualitario para todos los alumnos.
Samantha, la activista del campus; Troy Fairbanks (Brandon P Bell), el hijo del decano que se presenta para Presidente de alumnos; Lionel Higgins (DeRon Horton), el chico tímido que trabaja para el periódico; Coco (Antoinette Robertson), la chica ambiciosa que ansía el poder; Gabe (John Patrick Amedori), el novio de Samantha; y Reggie (Marque Richardson), el chico que va tras Samantha, son los 6 personajes que protagonizan los 10 capítulos de la serie.
Cada capítulo sigue la visión de uno de los personajes, como le afecta las situación o cómo actúa ante los hechos, pero no todos los capítulos tratan sobre la misma historia. Es decir, hay una historia lineal que se desarrolla durante los capítulos que componen la temporada, pero sin embargo, al tener distintos protagonistas en cada episodio habrá veces donde no conozcamos todos los detalles de un hecho hasta el siguiente capítulo. Esto hace que cada episodio sea distinto, ya que no todos los personajes tienen la misma forma de pensar, y el capítulo se amolda al personaje.
La primera temporada está compuesta por 10 episodios con una duración aproximada de 30 minutos cada uno. Al tratarse de distintos protagonistas y con una duración tan corta la serie engancha al espectador y resulta muy fácil de ver.
Queridos blancos es una sátira sobre la realidad social que vive la gente de color. Si bien es verdad que a veces las protestas de Samantha pueden parecer exageradas, los actos que se desarrollan durante la temporada le dan toda la razón. Y es que vivimos en un mundo lleno de racismo y necesitamos que series como estas nos abran los ojos. Queridos blancos habla acerca de los hechos cotidianos que resultan racistas, de como las personas blancas son racistas por naturaleza y cuesta mucho deconstruirse de ese hecho.
La serie es una llamada de atención. Un llamamiento a todos aquellos que no son conscientes del privilegio que tiene por el simple hecho de haber nacido de otro color. Es cierto que toda esa crítica se edulcora con las historias amorosas y la vida de los protagonistas, pero el racismo no deja de ser el protagonista en todo momento de la serie.
A Queridos blancos le ha tocado ser esa serie que termina pasando desapercibida por el bom de otros, pero que la trama de sus personajes como la crítica racial que contiene todos sus capítulos la convierte en una serie mecedora de ver. Si buscáis algo ligero de ver; porque sí, a pesar de el tema que trata Queridos blancos no se hace pesada en ningún momento; pero queréis algo que no esté vacío de contenido, esta es vuestra serie.
La serie es una llamada de atención. Un llamamiento a todos aquellos que no son conscientes del privilegio que tiene por el simple hecho de haber nacido de otro color. Es cierto que toda esa crítica se edulcora con las historias amorosas y la vida de los protagonistas, pero el racismo no deja de ser el protagonista en todo momento de la serie.
A Queridos blancos le ha tocado ser esa serie que termina pasando desapercibida por el bom de otros, pero que la trama de sus personajes como la crítica racial que contiene todos sus capítulos la convierte en una serie mecedora de ver. Si buscáis algo ligero de ver; porque sí, a pesar de el tema que trata Queridos blancos no se hace pesada en ningún momento; pero queréis algo que no esté vacío de contenido, esta es vuestra serie.
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