2016,

Zootrópolis

miércoles, agosto 17, 2016 Rita Shears 0 Comments

Aunque esta película haga casi medio año que desapareció de la cartelera, no hace mucho pude verla y llevarme una sorpresa muy agradable.

Antes de que los animales adquirieran conciencia e inteligencia, su mundo se dividía entre presas y depredadores. Muchos años después, esta paz se alcanzó y ahora todo el mundo convive en armonía. Y en el primer sitio que esta unión se hizo posible fue en Zootrópolis, donde por primera vez, presas y depredadores dijeron que Cualquiera puede ser lo que quiera, afianzando las raíces y cultura de la ciudad. 

Judy Hopps es una conejita que vive con sus padres, Bonnie y Stuart, y sus 275 hermanos y hermanas en una zona rural. Desde bien pequeña tiene un gran sentido de la justicia, y no le asusta ni el más grande de los carnívoros. 

Un día, tras una obra de teatro, Gideon Grey, un zorro abusón del pueblo, trata de robarle unos tickets a un grupo de niños hervíboros, pero Judy se enfrenta a él. Al final, él termina agrediéndola, pero no consigue hacerse con los tickets y su deseo de hacer el bien en el mundo aumenta tras el conflicto. 

Judy quiere ser policía, y sus padres le advierten de los grandes peligros que ello conlleva. Intentan hacerle ver que nunca antes ha habido un conejo policía, cosa que atrae más a Judy, deseando ser la primera conejita policía de la historia. 

Quince años después, Judy ingresa en la academia de policía, donde recibe un entrenamiento especialmente severo, gracias en parte al tratamiento que le da su instructora y a las duras pruebas de supervivencia. Judy no sabe rendirse y tiene la enorme necesidad de demostrar al mundo que puede hacer frente a esta situación. Con esfuerzo, estudio y dedicación, finalmente consigue ser la primera de su promoción, y ser admitida en la comisaría nº1 de Zootrópolis bajo órdenes del alcalde. 

En su primer día, el cuerpo de policía se pone en marcha para investigar una serie de desapariciones de 14 animales, donde lo único que tienen en común es que son depredadores. El jefe de policía juzga a Judy y la pone al mando de los parkímetros. Durante ese primer día, tras haber cumplido su objetivo, se topa con Nick Wilde, un zorro que termina estafándola y quien conoce Zootrópolis como la palma de su mano. Si Nick no quiere acabar en prisión, deberá ayudar a Judy en la investigación de los depredadores. Aunque éste siempre va a tratar de librarse de ella en todo momento.

No es fácil enamorarme de una película de esta manera, pero es lo que Zootrópolis ha conseguido en mí. Aunque parezca una película con una trama sencilla y que parece predecible desde el primer momento, no lo es en absoluto. Judy es la gran protagonista, el gran personaje fuerte y femenino de la película, una luchadora en toda regla que jamás se rinde ante nada y quien acepta sus virtudes y sus limitaciones.

Sobre los demás personajes, cómo no, destacar a Nick, quien a pesar de resistirse a ceder al chantaje de Judy, termina formando un gran equipo con ella y se entrega por completo a la investigación de los catorce mamíferos desaparecidos. Aparte de tener una personalidad demoledora, ladina y divertida, Nick tiene una gran sensibilidad y también fue alguien incomprendido en su infancia, al igual que Judy cuando quiso ser algo que no caracterizaba a un herbívoro.

De las cosas que más he disfrutado viendo Zootrópolis ha sido de sus constantes sorpresas y sus plot-twist, donde, al igual que en el mundo animal, nada ni nadie es lo que parece. El constante halo de misterio que rodea a la película, desencadena un entramado de culpables que no se resuelve hasta el final, siendo al final el cabecilla de la trama la persona más inesperada de toda la historia. 

Zootrópolis conforma en sí misma un retrato de la sociedad actual. Se hace crítica de temas, en especial, de carácter racista, dando gran visibilidad a un problema aún muy arraigado en nuestra sociedad actual. Además, goza de muchos guiños, ya no solo a la industria de Disney y sus futuras producciones, si no también a series que revolucionaron al mundo entero no hace mucho tiempo. 

Sin dudarlo, creo que Zootrópolis es una película que los más pequeños (y los que no somos tan pequeños) deberían ver y saber valorar, gracias a sus mensajes de tolerancia, igualdad, esfuerzo, dedicación y respeto.


Por sus enormes mensajes, su gran dinamismo, sus toques de humor y sus personajes adorables, esta joya de Disney se merece 5 fotogramas. Recomendadísima es poco.

 
~ Laura B.

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