4 tinteros,
No tenía muy claro si debía hablar sobre esta página web, ya que al fin y al cabo aquí publicamos reseñas de libros en castellano, pero ya que me ha servido de ayuda he pensado que podía interesaros también a vosotros. Pulseit es una comunidad online gratuita de habla inglesa que te da la opinión de subir reseñas, comentar libros con otros usuarios y leer libros o extractos desde su página de manera legal y completamente gratuita. Sin embargo, los libros completos solo están disponibles durante un tiempo determinado (generalmente una semana) y una vez pasado este en la web solo quedarán extractos de aproximadamente cuarenta páginas. Aún así, puedo decir que merece la pena crearos una cuenta, así que os dejo la web aquí {x}.
Volviendo al tema que debe ocupar la entrada, comenzaré contando algo que no os sorprenderá: Desde que leí la reseña de A todos los chicos de los que me enamoré he querido leer algo de Jenny Han, y cuando comencé con El verano en que me enamoré caí a los pies de su escritura tras apenas unas páginas.
En esta corta novela nos encontramos con Belly, una joven que se ha sentido desplazada cada verano por el mero hecho de ser la chica pequeña entre los hijos de su madre y de la mejor amiga de esta, Beck, con la que los chicos nunca contaban. Pero este verano sería diferente, porque por fin han visto algo en ella para incluirla en su vida. Las miradas de indiferencia han dado paso a las interesantes, y las casi trescientas páginas se llenarán de dolor, amor y envidia.
El problema para mí ha sido el balance de esas tres emociones, además de otro aspecto relacionado con un personaje del que hablaré más adelante. En los fragmentos pertenecientes al presente, podíamos ver cómo los capítulos trascurrían drama tras drama, algo que puede llegar a ser ligeramente pesado y bastante poco probable. Es así hasta prácticamente el final de la novela, cuando logramos comprender los hechos. Claro que para llegar hasta ahí hemos de haber pasado por el hastío de intentar imaginar un mundo en que eso fuera probable según las circunstancias que nos mostraban.
A pesar de ello, con una pluma rápida que hace que cada capítulo se haga aún más corto, y que en sus novelas románticas tu corazón de un vuelco por lo adorable que son algunas situaciones, Jenny Han acierta a la hora de responder las incógnitas que crea en una capítulo en las páginas que lo preceden, dejando siempre alguna que otra pregunta para que los lectores sigan adelante con el libro.
Como ya he comentado antes, la novela pasa de drama a drama sin miramientos, y la mayoría tienen un común denominador: Conrad, el mayor de los hermanos Beck. Sus constantes cambios de humor y la idealización hacia su persona por parte de la protagonista hacía que cada vez me dieran menos ganas de empatizar con él. Esperaba que Belly tuviese la misma idea que yo, que le olvidase por completo, pero a lo largo de las páginas me iba dando cuenta de que ya no era el chico que le gustaba a Belly, sino su obsesión, o por lo menos una mezcla de ambos.
Aún así, podría pasar por alto lo desagradable que me resultaba gracias a los últimos capítulos de El verano en que me enamoré, pero lo que no podía tolerar y que provocó que se me hiciera muy cuesta arriba, fue la sensación de abandono que me provocaba Belly. Con unos padres separados, durante estas páginas veremos como está más unida a Susannah (La amiga de su madre) que a su propia familia y la idealización que hay en su mente de todos los Fisher.
Los niños, aunque fueran jóvenes, siempre la han ignorado, ridiculizado y menospreciado, y aún así ella sigue persiguiéndolos y se siente gravemente dolida cuando ellos la rechazan. Este verano ella ha crecido y ha ganado en belleza, ya sea por los cambios de su cuerpo como por haber decidido comenzar a usar lentillas, y de repente ya no es invisible para los hermanos Fisher / Beck, aunque sí para su hermano. Ver cómo la trataban en ciertos momentos (Especialmente Conrad, ya que Jeremiah parecía ser el único decente de los tres) me rompía el corazón, pero sobre todo el ver cómo ella no le daba gran importancia al asunto.
El verano en que me enamoré es un libro rápido y adictivo, con un desenlace que yo no habría escogido, pero lleno de emociones descritas de un modo maravilloso. Definitivamente una lectura recomendada para despejarse entre lecturas duras, pero con sustancia. Os dejo más abajo el booktrailer de 2010 en versión original. Espero que decidáis darle una oportunidad a esta novela y que podáis darnos vuestra opinión sobre ella.
El verano en que me enamoré | JENNY HAN
Autor: Jenny Han
Editorial: Ediciones Destino (Grupo Planeta)
Año: 2012
ISBN: 978-84-0811-152-8
Páginas: 272
Precio: 13,95 €
"Belly nunca ha sido la clase de chica a la que le pasan cosas. Año tras año, sus vacaciones transcurren en la casa de la playa pero los chicos apenas se dan cuenta de lo mucho que se fija en ellos. Cada verano, Belly desea que eso cambie. Y, esta vez, lo hará: éste será el verano en que Belly se volverá guapa, el verano en que se enamorará, aunque también será el verano en el que todo cambiará. Para bien, y para mal."Empezaré la reseña admitiendo que no me he leído el libro en español, por mucho que haya puesto la portada y el título utilizado aquí. De hecho no sabía ni siquiera que se hubiesen publicado en España libros de esta autora más allá de A todos los chicos de los que me enamoré, pero así es. A pesar de ello, decidí leer esta novela en versión original bajo el título The summer I turned pretty mediante la plataforma Pulseit.
No tenía muy claro si debía hablar sobre esta página web, ya que al fin y al cabo aquí publicamos reseñas de libros en castellano, pero ya que me ha servido de ayuda he pensado que podía interesaros también a vosotros. Pulseit es una comunidad online gratuita de habla inglesa que te da la opinión de subir reseñas, comentar libros con otros usuarios y leer libros o extractos desde su página de manera legal y completamente gratuita. Sin embargo, los libros completos solo están disponibles durante un tiempo determinado (generalmente una semana) y una vez pasado este en la web solo quedarán extractos de aproximadamente cuarenta páginas. Aún así, puedo decir que merece la pena crearos una cuenta, así que os dejo la web aquí {x}.
Volviendo al tema que debe ocupar la entrada, comenzaré contando algo que no os sorprenderá: Desde que leí la reseña de A todos los chicos de los que me enamoré he querido leer algo de Jenny Han, y cuando comencé con El verano en que me enamoré caí a los pies de su escritura tras apenas unas páginas.
En esta corta novela nos encontramos con Belly, una joven que se ha sentido desplazada cada verano por el mero hecho de ser la chica pequeña entre los hijos de su madre y de la mejor amiga de esta, Beck, con la que los chicos nunca contaban. Pero este verano sería diferente, porque por fin han visto algo en ella para incluirla en su vida. Las miradas de indiferencia han dado paso a las interesantes, y las casi trescientas páginas se llenarán de dolor, amor y envidia.
El problema para mí ha sido el balance de esas tres emociones, además de otro aspecto relacionado con un personaje del que hablaré más adelante. En los fragmentos pertenecientes al presente, podíamos ver cómo los capítulos trascurrían drama tras drama, algo que puede llegar a ser ligeramente pesado y bastante poco probable. Es así hasta prácticamente el final de la novela, cuando logramos comprender los hechos. Claro que para llegar hasta ahí hemos de haber pasado por el hastío de intentar imaginar un mundo en que eso fuera probable según las circunstancias que nos mostraban.
A pesar de ello, con una pluma rápida que hace que cada capítulo se haga aún más corto, y que en sus novelas románticas tu corazón de un vuelco por lo adorable que son algunas situaciones, Jenny Han acierta a la hora de responder las incógnitas que crea en una capítulo en las páginas que lo preceden, dejando siempre alguna que otra pregunta para que los lectores sigan adelante con el libro.
Como ya he comentado antes, la novela pasa de drama a drama sin miramientos, y la mayoría tienen un común denominador: Conrad, el mayor de los hermanos Beck. Sus constantes cambios de humor y la idealización hacia su persona por parte de la protagonista hacía que cada vez me dieran menos ganas de empatizar con él. Esperaba que Belly tuviese la misma idea que yo, que le olvidase por completo, pero a lo largo de las páginas me iba dando cuenta de que ya no era el chico que le gustaba a Belly, sino su obsesión, o por lo menos una mezcla de ambos.
Aún así, podría pasar por alto lo desagradable que me resultaba gracias a los últimos capítulos de El verano en que me enamoré, pero lo que no podía tolerar y que provocó que se me hiciera muy cuesta arriba, fue la sensación de abandono que me provocaba Belly. Con unos padres separados, durante estas páginas veremos como está más unida a Susannah (La amiga de su madre) que a su propia familia y la idealización que hay en su mente de todos los Fisher.
Los niños, aunque fueran jóvenes, siempre la han ignorado, ridiculizado y menospreciado, y aún así ella sigue persiguiéndolos y se siente gravemente dolida cuando ellos la rechazan. Este verano ella ha crecido y ha ganado en belleza, ya sea por los cambios de su cuerpo como por haber decidido comenzar a usar lentillas, y de repente ya no es invisible para los hermanos Fisher / Beck, aunque sí para su hermano. Ver cómo la trataban en ciertos momentos (Especialmente Conrad, ya que Jeremiah parecía ser el único decente de los tres) me rompía el corazón, pero sobre todo el ver cómo ella no le daba gran importancia al asunto.
El verano en que me enamoré es un libro rápido y adictivo, con un desenlace que yo no habría escogido, pero lleno de emociones descritas de un modo maravilloso. Definitivamente una lectura recomendada para despejarse entre lecturas duras, pero con sustancia. Os dejo más abajo el booktrailer de 2010 en versión original. Espero que decidáis darle una oportunidad a esta novela y que podáis darnos vuestra opinión sobre ella.
María Reinoso
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