La chica de los ojos del color de mi piscina | JORGE SALINAS

Decidí confiar en el estante de recomendaciones de la biblioteca y, he de decir, que voy a tener que

frecuentarlo más tras leer La chica de los ojos del color de mi piscina.

Ambientada sobre todo en Madrid, aunque también hace recrear escenarios de Barcelona, es donde transcurre la vida de sus protagonistas. Jaime es un coach con una oficina en el centro de Madrid, divorciado, con tres hijos. La empresa de Carlos, Telecomunica, le ha pagado unas sesiones de coaching; y la empresa de Nadia lleva un par de meses con estas sesiones. Parece que entre estos tres personajes no existe relación a simple vista, ¿verdad? Personas corrientes y con altos cargos, pero que en el fondo están inmersos en una situación bastante peliaguda.

Aunque no es mencionado en la sinopsis, uno de los grandes protagonistas de esta novela es Juanma, el novio de Nadia; es un informático a quien le llegan unos archivos que seguramente si supiera lo que entrañaban, jamás habría abierto. Su curiosidad no queda ahí, por lo que contacta con un viejo amigo de la universidad, un ex hacker informático, que le ayudará a tirar del hilo y descubrir una serie de movimientos bancarios que se salen fuera de lo común. ¿Y quién le proporciona estos archivos?: Carlos.

Tras investigar un poco más, Juanma descubre que lo que esconden estos archivos son los movimientos de un famoso cártel de drogas mexicano conocido como los Zetas, que basan su modus operandi en el libro de Nietzsche, Así habló Zaratustra. Este cártel tiene en cuatro continentes un «superhombre», que es quien controla estos movimientos de entrada de la droga, y en cuanto los Zetas descubren que alguien ha accedido a su base de datos, no van a tener miramientos con todo aquel que esté implicado.

Con una narración bastante fluída y una considerable intriga, Salinas hace que no nos esperemos muchas de las situaciones que según vamos avanzando hace que queramos devorar más y más sus páginas. Drama, misterio, drogas, sexo, implicaciones inesperadas, venganza, asesinatos, secuestros... y muchas más cosas envuelven la trama de La chica de los ojos del color de mi piscina, que nos deja un final abierto, probablemente para una segunda parte con una gran dosis de intriga.