Solanin | INIO ASANO

A pesar de que fui bastante reticente a la hora de leerlo —aunque cabe decir que antepuse los dos últimos libros de Canción de Hielo y Fuego y otros libros más—, me han sorprendido muchísimo estos dos volúmenes fusionados publicados por Inio Asano allá por el 2006.

Meiko es una estudiante recién licenciada que está trabajando en una empresa que no la llena en absoluto. Se siente atrapada en un trabajo mediocre, y además, está manteniendo a su novio. Un buen día, por las buenas, decide abandonar el trabajo que tanto la asfixia para tomarse un respiro. Tanto Meiko como su novio, Naruo Taneda, van a pasar por unas dificultades. Taneda es el guitarrista y vocalista de un grupo que lleva en activo desde su primer año de universidad junto a dos amigos suyos, Kato y Yamada. Su música nunca ha tenido éxito, pero no por ello van a rendirse en practicar de vez en cuando.

En un día de verano, cuando cada vez se acerca más a los números rojos el presupuesto con el que cuentan, Meiko y Taneda tienen una discusión que ésta le insta a que no puede estar sin hacer nada nunca, invitando a que explote todo su potencial en la música. Éste recapacita y dice que si en menos de un mes no han obtenido resultados, dejará la música para siempre...

Hacía mucho que no leía nada como Solanin. Me alegra mucho haber podido sumergirme por fin entre sus páginas. Solanin es una historia muy, muy, muy emotiva, que casi me hace llorar —y para hacerme llorar, sólo se puede ser Cyrano de Bergerac—, con giros del destino inesperados y situaciones cómicas absurdas que te sacan una carcajada.

A mi modo de verlo, Meiko es un personaje con mucha fuerza. Independiente, comprensiva, cariñosa..., con una gran fuerza interior y muy, muy sensible. Como cabría esperar, es uno de los personajes que más cariño he cogido y siento mucha afinidad hacia ella. Su poder de superación, su ambición, sus ganas... Me parece increíble.

De los personajes secundarios me gustaría destacar a Kato y a Yamada. Kato, el bajista del grupo, está repitiendo en la universidad y sigue siendo un niño en su interior. Tras reveses del destino, se da cuenta de que también tiene que buscar un trabajo, todos están creciendo y él parece ser igual de infantil. Yamada —Billy—, baterista del grupo, trabaja en el negocio familiar y es un gran apoyo para Meiko. Según avanzas en la historia comprendes que es un personaje muy sensible.

Pero lo que más me gusta de estos dos son ellos en su conjunto. Se nota que su amistad está consolidada desde hace mucho tiempo y las situaciones absurdas afloran entre ambos, y también con Taneda, que forman un trío de lo más peculiar.

Por las ilustraciones, cabría decir que Asano tiene un estilo muy propio; los rostros no suelen parecerse a los de otros mangas que haya leído antes, y si viese alguna ilustración o personaje, sabría reconocer si es obra suya.

En definitiva, le doy una puntuación de 4 tinteros, acercándose al cuatro y medio. Si nunca habéis tenido oportunidad de haber leído manga o no os atrae demasiado, no le deis la espalda a esta gran historia que te sorprenderá, te pondrá los pelos de punta y probablemente hará que se te escape alguna lagrimita furtiva.