Paterson

Paterson, Nueva Jersey.

Cuna e inspiración de poetas como William Carlos Williams o incluso Allen Ginsberg. E incluso del propio Paterson —Adam Driver— que se dedica a conducir día tras día el autobús de la línea 23, ha sabido captar esa sensibilidad del lugar donde nació, plasmándola en su cuaderno secreto.

La única persona a quien es capaz de desvelar ese secreto es a su imaginativa novia Laura —Golshifteh Farahani—: imparable, ambiciosa e ilusionada; no sabe estar quieta y miles de ideas le recorren la cabeza, y con su perro Marvin. Ella intenta animar a Paterson durante toda la cinta a que esos poemas vean la luz y de que todo el mundo sea partícipe de la sensibilidad del protagonista.

Este último trabajo de Jim Jarmusch va a ir descubriendo poco a poco un relato de una vida tan sencilla como profunda. La vida de Paterson es monótona, se despierta pronto para ir a trabajar, le da los buenos días a Laura, desayuna cereales, mira a su alrededor en busca de ideas para plasmarlas en su cuaderno antes de trabajar y, justo después, arranca el motor para iniciar el recorrido de la línea 23 como cada día. 

La forma en que la historia es contada está muy bien llevada, te atrapa con fuerza, aunque no cuente nada impactante ni que vaya a cambiar para siempre la vida de los protagonistas. Es hipnótica. Se puede ver muy bien el proceso de creación de la poesía de Paterson, cómo de ideas simples arranca de su ser sentimientos más profundos y oscuros. Cómo a partir de una simple caja de cerillas puede sacar poemas realmente potentes y bonitos.

La fotografía de la película es muy acertada. Nos hace captar no sólo cómo el protagonista ama la ciudad que le vio nacer, sino también lo orgullosos que se sienten sus propios habitantes de formar parte de ella. 

La relación entre ambos protagonistas me gustó, me pareció muy creíble y sentí que ambos congeniaban muy bien. No conocía a ninguno de ellos y me agradaron mucho. Ninguno de los dos es egoísta, son maduros, se quieren, se respetan y se apoyan en todo. A decir verdad, era demasiado idílica para lo que se suele dar la realidad y en lo que nos muestran en otros filmes, pero me gustó mucho la armonía que ambos transmitían.

Si quieres descubrir un cine americano que se sale del estereotipo de Hollywood, te invito a que disfrutes de Paterson. Está bien llevada y te cuenta una historia real y sensible. Por ello, le otorgo 4 fotogramas a esta cinta. A decir verdad, tras ver Paterson, me entraron ganas de introducirme más en el cine de Jarmusch, así que no os sorprendería ver otra película suya por aquí.

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