4 fotogramas,
María Reinoso
Passengers
De vez en cuando, entre tanto blockbuster lleno de acción, adaptaciones y comedias españolas que pueblan las carteleras, encuentras algo que se sale de lo normal. Una película que a pesar de no ser lo que esperabas, te deja con una sensación agradable por haberle dado una oportunidad. Es lo que me ha ocurrido con Passengers, la última película de Jennifer Lawrence y Chris Pratt que llegará a los cines el próximo 30 de diciembre.
En la película dirigida por Morten Tyldum, Jim Preston (Pratt) y Aurora Lane (Lawrence) son dos pioneros que duermen en cámaras de sueño durante el viaje que les llevará hasta un nuevo planeta. Junto al resto de pasajeros, pretenden encontrar un nuevo hogar en el que levantar una civilización. Sin embargo, algo ocurrirá en la nave, provocando que la cápsula de Jim se rompa y despierte 90 años del final del viaje.
Durante más de 360 días, Jim intentará sobrevivir sin llegar a la locura, a base de la comida del estrato más bajo que el crucero ofrece y con la única compañía de un androide (Arthur, interpretado por Michael Sheen) que trabaja como barman allí. Un día encontrará a Aurora y será un soplo de aire fresco en su vida.
Abandonarán la soledad para intentar sobrellevar los noventa años que les separan del destino de la nave. Ser los únicos no será una tarea fácil, pero poco a poco se irán conociendo y descubrirán lo fascinante que es el otro, algo que nunca habrían podido hacer de haberse despertado al llegar a su nuevo hogar.
A primera vista y después de ver el tráiler, Passengers podría catalogarse como una película de ciencia ficción con una subtrama romántica para gusto de todos. Nada más lejos de la realidad. Acción, pasión y sobre todo una utilización envidiable de los medios a la disposición de sus creadores, la película protagonizada por Chris Pratt y Jennifer Lawrence narra una historia de amor, con el egoísmo, el dolor y los buenos momentos que éste conlleva, enmarcado en un ambiente nunca antes visto en el género.
Lo cierto es que cuanto menos se sepa de Passengers, mejor será la experiencia en el cine (o en el sofá de tu casa, a pesar de tener que esperar unos meses). Es una película que sorprende, tanto por la trama como por su ejecución. Cómo resuelve los nudos argumentales, y cómo a pesar de encontrarse en una etapa tan avanzada del progreso tecnológico, los problema humanos tienden a ser los mismos que en la actualidad.
Durante más de 360 días, Jim intentará sobrevivir sin llegar a la locura, a base de la comida del estrato más bajo que el crucero ofrece y con la única compañía de un androide (Arthur, interpretado por Michael Sheen) que trabaja como barman allí. Un día encontrará a Aurora y será un soplo de aire fresco en su vida.
Abandonarán la soledad para intentar sobrellevar los noventa años que les separan del destino de la nave. Ser los únicos no será una tarea fácil, pero poco a poco se irán conociendo y descubrirán lo fascinante que es el otro, algo que nunca habrían podido hacer de haberse despertado al llegar a su nuevo hogar.
A primera vista y después de ver el tráiler, Passengers podría catalogarse como una película de ciencia ficción con una subtrama romántica para gusto de todos. Nada más lejos de la realidad. Acción, pasión y sobre todo una utilización envidiable de los medios a la disposición de sus creadores, la película protagonizada por Chris Pratt y Jennifer Lawrence narra una historia de amor, con el egoísmo, el dolor y los buenos momentos que éste conlleva, enmarcado en un ambiente nunca antes visto en el género.
Lo cierto es que cuanto menos se sepa de Passengers, mejor será la experiencia en el cine (o en el sofá de tu casa, a pesar de tener que esperar unos meses). Es una película que sorprende, tanto por la trama como por su ejecución. Cómo resuelve los nudos argumentales, y cómo a pesar de encontrarse en una etapa tan avanzada del progreso tecnológico, los problema humanos tienden a ser los mismos que en la actualidad.
Y si la creación del guion y posterior edición y dirección parece poco, el limitado reparto engancha al público con una sola mirada. Chris Pratt interpreta a un hombre desesperado durante toda la cinta, que solo recobra la esperanza con la llegada a su vida del personaje de Jennifer Lawrence. La rubia es el vivo retrato del dolor y el amor a partes iguales, pero es Laurence Fishburne quien da un soplo de aire fresco a la trama, a pesar de su breve intervención. Se convierte en el verdadero salvador de las dos personas.
Los cuatro miembros que aparecen en la película son los encargados de llevar la trama de la mano, y lo hacen de forma brillante, a excepción de algunos momentos en que el dramatismo de la misma pierde credibilidad y acaba por sacarte de la historia ligeramente.
Los efectos especiales te llevan directamente hasta el Avalon para sumergirte en una historia llena de soledad (al menos en un principio) y, junto a las actuaciones, el guion y la dirección, hacen de Passengers una de las mejores películas para estas navidades. Por su originalidad en todos estos aspectos se lleva cuatro fotogramas.Y tú, ¿le darás una oportunidad a Passengers?
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