3 fotogramas,
Lady Macbeth
Entre los títulos proyectados en la Madrid Premire Week se encontraba Lady Macbeth, el debut cinematográfico de William Oldroyd. La película fue emitida de manera exclusiva en el evento ya que su salida en cines no se hará hasta la primavera de 2017.
Ambientada en 1865, en Inglaterra, Katherine (Florence Pugh) es una joven recién casada cuyo matrimonio está muerto desde el primer momento. Viviendo en la casa de su suegro, junto a su marido, se encuentra en una cárcel perpetua estando vigilada las 24 horas por su doncella Anna (Naomi Ackie).
La relación con su marido es meramente cortés. Apenas hablan, y menos aún se tocan. Katherine tiene prohibido la salida al campo debido a las grandes ventiscas de la zona. Es por eso que la vida de la joven se reduce a caminar por la casa y a dormir durante el día.
Sin embargo, la situación comienza a cambiar cuando su suegro y su marido se van de viaje, y ella conoce a Sebastian (Cosmo Jarvis), un mozo de la finca. La tensión sexual entre ellos es automática, y a pesar del riesgo que supone esta aventura para ambos, se embarcan en una relación basada en el sexo esporádico. Esta relación otorgará a Katherine toda la vitalidad que su matrimonio le había absorbido.
Lady Macbeth trae a la memoria la imagen de la femme fatale de Oscar Wilde, una mujer que a través de la sexualidad encuentra su vía de escape. El personaje de Katherine está creado entorno al mito de la seducción y su papel gira entorno a ello, por lo que la pasión y la ambición del poder estarán siempre presente en la protagonista.
La película tiene el contraste entre lo severo y la ironía, haciendo que sea una cinta más entretenida. Sucede así con varias escenas cargadas de seriedad que terminan desembocando en pequeñas carcajadas del público tras un guiño o plano que aporta la ironía.
En cambio, donde más me ha fallado la película es en su ausencia total de banda sonora. Soy de las que se fijan mucho en la música, y Lady Macbeth el único sonido que tiene es el ambiente. Esto hizo que se me hiciese algo más pesada la película, pero lo como he comentado anteriormente los puntos de humor contrastaron esta falta. Aun así, el silencio es un recurso que se usa en la película para reforzar el personaje de Katherine y su situación.
La ambientación de la película te traslada directamente a la época. Los trajes de los personajes y los escenarios de la casa daban la sensación de frialdad, al igual que los trajes que lleva la protagonista en toda la película.
Lady Macbeth es la muestra de una femme fatale la cual tendrá que superar los obstáculos que ponen los hombres en su vida. Con un ambiente serio pero con toques irónicos, la película se hace amena y de disfrute al espectador.
Fotogramas:
Patri Alonso.
0 comentarios: