Los días que nos separan | LAIA SOLER

Después de haber leído Heima es hogar en islandés, Laia Soler consiguió ablandarme, y por ello, aquí tenéis la reseña de su primer libro, que fue galardonado con el I Premio La Caixa/Plataforma.

Esta vez, Laia narra la historia de Abril, una universitaria que reside la Ciudad Condal con su hermano pequeño y sus padres, aunque rara vez se encuentran en casa. La vida de Abril es de lo más normal; y lo sigue siendo hasta que un día, tras encontrarse con un desconocido en la sección infantil de una biblioteca cualquiera, ambos se interesan por el mismo libro —Peter y Wendy—, pero finalmente él se lo cede. Desde entonces, la vida de Abril no va a ser lo mismo.

Por otra parte está Marina Segarra, una obrera de la Barcelona del siglo XX. Marina vive en la última planta de un edificio próximo al Paseo de Gràcia; toda su familia es proletaria—sus padres y cuatro hermanos— y solo viven para el trabajo. Marina ahora mismo está sin empleo desde que la despidieron de la fábrica, pero desde que ocupan el piso principal del edificio la familia Altarriba, esto va a suponer dos sueldos para la familia: un ama de cría para el menor de los Altarriba, y una niñera para dos de los hijos, Gabriel y Clara.

Los hermanos Altarriba no van a suponer ningún problema para Marina. Sin embargo, el primogénito, Víctor, sí va a poner a prueba a la protagonista según avanza la historia.

Esto es a lo que, la otra protagonista de Los días que nos separan, se enfrentará en su universo onírico: una historia que va a transcurrir a través de los sueños progresivamente y la cual vuelve loca a Abril, quien va a buscar una explicación a través de psicólogos, e incluso ciencias ocultas para intentar saber qué la está ocurriendo, por qué a ella, y por qué el señorito Altarriba es una fotocopia del desconocido que le cedió el libro en la biblioteca.

Siento no haber entrado en muchos detalles, pero, es un libro que merece la pena leer. Y mucho. Me gustó mucho la historia de la chica acromatópsica del pelo morado, por eso decidí darle la oportunidad a Los días que nos separan, y no tengo palabras.

Toca temas que me gustan demasiado, como que se centre en la vida de la Edad de Plata en España, justo después de la Belle Époque. Las descripciones de la Barcelona de principios de siglo, (a decir verdad estaba muy expectante porque estas últimas vacaciones me dejé caer por ahí y eso ayudó bastante a imaginar ciertos escenarios, como Plaça Catalunya); y los reveses del destino y los sueños.

Es una historia diferente y muy fresca. Además, me parece muy curioso el hecho de que la narración en la parte de Abril, que es sobre quien sobreentiendes que es sobre quien gira la acción, está en tercera persona; y sin embargo, en la parte de Marina, está en primera, sintiéndote en la piel de la protagonista de los sueños de Abril.

Al ser una historia diferente, es probable que el autor no encuentre una buena forma de darle un buen final, pero en este caso, le otorgo mis rarísimos 5 tinteros, porque me ha encantado en su totalidad, a pesar de que la comencé en un bloqueo lector y he tardado la friolera de 2 semanas, porque ha colado curiosidades que no sabía sobre los Beatles y porque sí, me ha hecho llorar. 

Sólo me queda decir... Laia, ¿para cuándo el próximo?