2017,
SMILF
Si tuviera que describir SMILF en tres adjetivos, probablemente serían esos los que me vinieran primero a la mente. Y es que ser madre y continuar con tu vida normal parecen situaciones incompatibles.
Bridgette Bird (Frankie Shaw) vive con su hijo Larry (gemelas Alexandra y Anna Reimer) en un piso pequeño y desastroso. A pesar de tener que amoldarse a la maternidad y querer con todo su corazón a su hijo, Bridge no está dispuesta a renunciar a su autonomía.
La relación con Rafi (Miguel Gómez), el padre de Larry no es mala. Rafi está consiguiendo rehacer su vida con más facilidad que Bridge: está desintoxicándose, sale con Nelson Rose (Samara Weaving) una reportera muy guapa y la cual despierta en la protagonista sentimientos encontrados.
La relación con Rafi (Miguel Gómez), el padre de Larry no es mala. Rafi está consiguiendo rehacer su vida con más facilidad que Bridge: está desintoxicándose, sale con Nelson Rose (Samara Weaving) una reportera muy guapa y la cual despierta en la protagonista sentimientos encontrados.
SMILF nos muestra la historia de una mujer con muchas posibilidades y aficiones, que podría haber tenido grandes oportunidades. No solo lo hace evidente cuando es ella la autora de la gran mayoría de trabajos con buena nota que entregan los chicos a los que da clases particulares, sino que también tiene grandes habilidades para el baloncesto. Es un personaje gamberro, que quiere continuar con su vida (jugar al baloncesto, beber, salir con hombres) y a la vez desea ver que su hijo crezca feliz y no le falte nada.
Se va descubriendo poco a poco su inexperiencia (y la de Rafi), donde muchas veces el niño es el blanco de los caprichos de ambos y será el motivo por el que ambos, en ocasiones, tengan disputas. Son dos personas a las que una situación así les ha venido muy grande y no saben cómo gestionarse.
Se va descubriendo poco a poco su inexperiencia (y la de Rafi), donde muchas veces el niño es el blanco de los caprichos de ambos y será el motivo por el que ambos, en ocasiones, tengan disputas. Son dos personas a las que una situación así les ha venido muy grande y no saben cómo gestionarse.
Gracias al programa La Script de Cadena Ser conocí esta serie que desmenuza la juventud y la maternidad. No solo la de la propia Bridget, sino también la de Tutu (Rosie O'Donnell), su propia madre y, a su vez, la relación que también tuvo con la abuela de Bridgette. Tutu y Bridget se esfuerzan todo lo que pueden, sabiendo que no son perfectas, que sus cagadas marcaron y marcarán a sus hijos, pero ante todo buscan la felicidad de estos.
A parte de la maternidad, que sin duda es el tema más descatado dentro de SMILF, nos muestra que hay vida más allá del rol que nos han impuesto durante siglos a las mujeres. Que las madres tienen derecho a pasarlo bien, a ir a la cancha una tarde, a llevarse a un chico a su casa y acostarse con él. Ambas cosas se pueden llevar a cabo. Además, desde el final del primer capítulo hay una invitación a continuar con la serie, ya sea por su modo cómico a la par que duro de tratar las cosas, las distintas (y a veces absurdas) situaciones.
Sin duda, destaco por encima de todas las cosas la impulsividad de Bridgette y cómo a veces lidia con la situaciones; y también su facilidad para sumergirse en problemas.
Fue estrenada el pasado 5 de noviembre en Showtime y podemos disfrutar de todos los capítulos (doblados y en vose) en Movistar +. Además, desde el 29 de noviembre sabemos que fue renovada por una segunda temporada, pero aún habrá que esperar un poco más para disfrutar de las aventuras y desventuras de Bridgette Bird. Os dejamos el tráiler a continuación:
~ Laura B.
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