La Corona | KIERA CASS

"Treinta y cinco pretendientes entraron en la Selección. ¿A quién escogerá la princesa? Kiera Cass, autora «best seller» internacional, ha cautivado a millones de lectoras en todo el mundo. Ahora llega «La corona», la quinta entrega de la maravillosa y aclamada serie La Selección. En «La heredera», se inició una nueva era en el mundo de La Selección. Han pasado ya veinte años desde que los anteriores protagonistas se enamoraron. Ahora le toca el turno a otra persona, Eadlyn, quien tendrá que escoger entre treinta y cinco pretendientes, y está más que convencida de que allí no encontrará el amor verdadero. Pero el corazón a veces hace de las suyas y nos sorprende, y Eadlyn se verá en una encrucijada en la que deberá tomar la decisión más difícil e importante de su vida".

Todos conocéis mi relación amor-odio con La Selección de Kiera Cass, siempre me ha parecido un sinsentido, pero por alguna razón que desconozco, nunca puedo parar de leer las historias, como un espectador de películas gore al que le repele la sangre, pero necesita ver más ejecuciones simuladas. Sin embargo, esta última lectura, la despedida (por fin) de la saga, me ha sorprendido gratamente.

En el final de La heredera, Eadlyn se daba cuenta de que La Selección significaba para ella mucho de lo que pensó en un principio, cuando solo lo hizo para contentar a sus padres. La huida de su hermano a Paris para casarse con Camille y la cruda verdad que le es desvelada en las últimas páginas harán que comencemos La Corona con una heredera al trono completamente distinga. Y cuando digo eso me refiero a que parece otro personaje por completo.

En La Corona tendrá que lidiar de primer mano con la opinión pública, ya que se convertirá en la reina regente del país, lo que sus padres han intentado ocultar durante años, el odio del pueblo hacia Eadlyn y las dudas sobre la capacidad de la familia real a continuar en el país. todo esto unido a la continuación de La Selección y los participantes de ella, una competición que tomará algún giro inesperado y otros que no lo son tanto.

Sinceramente, creo que hace demasiado que leí La heredera, y por ello el cambio de Eadlyn entre una novela me ha resultado mayor, ya que me quedé con la impresión de la princesa que todos odiábamos.

Aunque esta vez su personaje piensa más en los demás, es consecuente con sus actos, y se arrepiente de ciertos comportamientos, además de intentar ayudar a los demás, había algo que no me acababa de convencer, y quizás sea el hecho de que sigue creyéndose más importante que el resto de personas que le rodean. Aun así, he de reconocer que esta versión de la heredera al trono me ha gustado muchísimo más que la anterior.

Sin embargo, lo que de verdad me ha impulsado a seguir leyendo ha sido conocer el estado de la reina, ver como mejoraba día a día, y conocer poco a poco a los que se han quedado para la élite de La Selección. Todos los lectores haremos nuestra apuesta sobre quién acabará siendo el rey consorte en el futuro de Illéa, y nos daremos cuenta de que hay muchos más candidatos de los que parecía en un principio.

Algo que no pensé que diría sobre esta saga es uno de los aspectos que más me han sorprendido: Una crítica a una sociedad que ha sufrido cambios drásticos en el último siglo, la corrupción que puede llegar a estar presente en la sociedad, y sobre todo a la manipulación que los medios de comunicación llevan a cabo según el modo en que quieren mover a los ciudadanos.

La escritura de Kiera Cass continúa siendo amena y rápida, como en el resto de las entregas, haciendo que necesites leer cada página y sin parar, aunque he de reconocer que los giros argumentales del final, a excepción de uno de ellos, son simplemente incoherentes para ser llevados a cabo en las circunstancias en las que está, y en una chica de dieciocho años, por mucha práctica que tenga.

Poco más se puede decir ya de una saga tan larga, salvo que La Corona se ha convertido posiblemente en el mejor libro de La Selección, el perfecto broche final para una historia adictiva, aunque con personajes a veces insoportables.